En el mes de abril facilité dos talleres de Filosofía para niños como práctica del curso de Filosofía para niños online del Centro de Filosofía para Niños de Madrid. Se trataba de niños de entre 6 y 9 años, el primer grupo con 6 niños y el segundo con 7.
La primera propuesta fue el visionado del cuento de Oscar Wilde El Gigante Egoísta: https://www.youtube.com/watch?v=jNq8jPn_OTA
Elegí este cuento porque me lo recomendaron y lo cierto es que lo leí y me gusto mucho. Por un lado la forma de escribir tan rica de Oscar Wilde y por otro lado es un cuento que encierra un tema muy sugerente para tratar con niños: el egoísmo, el amor, compartir…
La filosofía para niños tal y como la he vivido en estos talleres propone aprender a dialogar en comunidad, cuestionarnos los argumentos que utilizamos
A partir del visionado del cuento cada niño propuso una pregunta acerca del cuento y entre todos elegimos la pregunta que más nos apetecía para indagar en ella. Durante 45 minutos estuvimos dialogando sobre ella, tratando de ver las distintas hipótesis, argumentando, escuchando a los compañeros, respetando el turno de palabra y dando rienda suelta a la curiosidad innata de las pequeñas y los pequeños filósofos.
Para el segundo taller trabajamos con el cuento Guyi Guyi de Chih-Yuan Chen.
Este cuento es una maravilla, muy fresco, con ilustraciones geniales, trata el tema de la identidad personal dentro de la familia y de la comunidad a su vez. Trata la integración, que es un tema vital en la sociedad plural que vivimos. Un enfoque enriquecedor el que nos trae Chih-Yuan Chen. Gracias a Silvia por su recomendación.
Para este taller elegí la misma metodología, primero iba a leer yo el cuento pero hubo un cambio de planes porque los niños me propusieron leerlo entre todos. Me pareció una idea genial y así lo hicimos, después cada uno propuso su pregunta y elegimos una. Empezamos a indagar acerca de esta pregunta y poco a poco fueron surgiendo temas. Hicimos hincapié en las consignas de la escucha mientras los demás hablan y pedir el turno de palabra.
Mi papel en los talleres fue el de facilitar el diálogo, introducir preguntas para aclarar cuestiones, para avanzar en el diálogo, para hacer presente alguna forma de estar de los niños. En definitiva, propiciar que el diálogo fluya, que ellos fuesen los que lo sostuvieran.
Los niños desarrollan una conciencia de sí mismos, de qué lugar ocupan en su mundo, se hacen responsables de su actitud ante la vida.
La filosofía para niños tal y como la he vivido en estos talleres propone aprender a dialogar en comunidad, cuestionarnos los argumentos que utilizamos, aprender a tomar la palabra y mostrar lo que opinamos sobre los temas, aprender a escuchar las opiniones de los demás, enriquecernos con las críticas y desarrollar el pensamiento.
Con todo esto los niños desarrollan una conciencia de sí mismos, de qué lugar ocupan en su mundo, se hacen responsables de su actitud ante la vida.
Una experiencia increible filosofar con personas tan curiosas, amorosas y divertidas. En mis proyectos está organizar un grupo de niños para filosofar con una frecuencia quincenal o mensual y poder hacer un trabajo más largo. ¿Estás interesado? Contáctame y materializamos el proyecto.
Gracias a todos los que me habéis ayudado con este proyecto, que habéis sido muchos. Y gracias especiales a las niñas y los niños que me acompañasteis en esta aventura.